lunes, 27 de diciembre de 2010

Dictadura del Invierno

El frío congela los huesos y borra todo recuerdo cálido. El viento limpia el rostro y el mundo aparece nuevo, aunque receloso y hostil. Las aceras calientes sólo son ahora sueños confusos de otras vidas más luminosas. Las borrascas nos van alejando y yo sigo caminando a buen ritmo como siempre, pero sin rumbo como nunca. Los anticiclones me enrojecen la nariz y casi olvido tu aroma. Una tragedia insoportable.

Nada que ver con esos inviernos que tú convertiste en mis mejores veranos.

viernes, 17 de diciembre de 2010

La tranquilidad es una bajeza del espíritu

En el libro 'En la belleza ajena', Adam Zagajewski recuerda esta cita de Tolstoi: "Me muero de risa cuando recuerdo que pensaba que uno puede hacerse un pequeño mundo dichoso y honrado en el que con tranquilidad, sin errores, sin arrepentimiento, se vive despacito haciendo sin prisa y a conciencia sólo lo que es bueno. ¡Es ridículo! No se puede. Lo mismo que no se puede estar sano sin movimiento, sin gimnasia. Para vivir honestamente, hay que bregar, perder el camino, luchar, equivocarse, empezar, abandonar, de nuevo empezar, y luchar y perder eternamente. Y la tranquilidad es una bajeza del espíritu".

Me encanta esta cita y, aunque luego Zagajewski reconoce que a medida que fue madurando se alejó de esta idea, a mí me parece muy acertada. Un día, comentándolo con un amigo muy sabio, me llamó la atención sobre lo bonita que es la palabra "bregar"... y no le faltaba razón.

Así que nada, a seguir bregando se ha dicho, porque puede que en realidad, lo interesante de todo esto esté precisamente en esa lucha, y no en la consecución final de ese pequeño mundo dichoso.