viernes, 29 de enero de 2010

Sobre 'Las noches de bohemia'

Dedico un post con retraso a mi querida comparsa de Juan Carlos Aragón. Este año, como es ya una tradición, la primera vez que lo escuché me decepcionó, me entraron ganas de matarlo. El día que no me pase eso, el Carnaval ya no será para mí el Carnaval. Luego, lo escuchas infinitas veces, y las melodías imposibles van penetrando cada vez más en uno, hasta llegar a lo sublime.
'Juancarlo' tiene años mejores y peores, como es lógico. Sin embargo, esa música distinta e igual llena siempre mis febreros. Recuerdo como si fuera ayer el año que escuché su primera comparsa, Los condenaos, hace nueve años. Siento el veneno que me inundó entonces y que dura aún hoy. Muchos años (y éste es uno de ellos), hay comparsas objetivamente mejores que la suya. Pero es igual, el carnaval para mí está en sus notas, en el pasodoble de Las noches de bohemia.
Cada comparsa que escucho de Aragón me traslada a un momento de mi vida. Me devuelve al pasado como si de una máquina del tiempo se tratase. Saboreo los momentos eternos que compartí con los que son mis hermanos no biológicos, y también me hacen tragar saliva porque otros se me fueron en febrero.
Uno tiene una vida compleja, con muchas aristas, pliegos y momentos. Sin embargo, escucho esta comparsa y me reconozco igual que con 17 años. El carnaval es mi vida, soy yo, y Las noches de bohemia me recuerdan que hay otro camino: el valiente, el feliz a pesar de todo. Siempre habrá noches de febrero en las que la magia se hace realidad, la memoria se convierte en creación, el viento anuncia la primavera, y ella está más bonita que de costumbre.


lunes, 18 de enero de 2010

Un año de 'Siempre es Carnaval'

Esta semana hace un año que nació este humilde espacio. No estoy satisfecho completamente porque me hubiera gustado escribir en él mucho más de lo que lo he hecho. Sin embargo, sí que me alegra comprobar que un año después sigue vivo. Y el mérito de ello es de vosotros, amigos todos, que os tomáis la molestia de echarle un vistazo de vez en cuando. Si no, seguramente ya lo habría abandonado.

Hace un año nació ‘Siempre es Carnaval’ con la simple intención de comentar el COAC del Teatro Falla, y luego se convirtió en un lugar donde desahogarme y más que plasmar, dispersar algunas de las cosas que pasan por mi desordenada cabeza.

Como deseo en este pequeñito aniversario, pido que mantenga este blog otro año más, y que siga contando con vuestra lectura y vuestros comentarios tan vivos. Como objetivo, escribir mucho más, y publicar las miles de cosas que prometo en cada entrada.

Y ahora, en homenaje al primer sentido de este sitio, hablo un poquito del Carnaval 2010, que empezó el viernes. La verdad es que el concurso ha empezado flojito, y sólo me ha llamado la atención (como a todos) la chirigota de los famosos, la comparsa de A. Martín y el Yuyu. A los famosos hay que reconocerles que no han ido al Falla a hacer el chufla. Vienen con gracia, y con mejor afinación de la que cabría esperar en un primer momento. Me gusta mucho la música de pasodoble, “made in Selu”. Antonio Martín, aún siendo más pesao que el carajo cantándole a la Caleta y a Cádiz, con un tipo que habrá salido cuatro millones de veces, me gusta más que el año pasado. Nunca logré entender la comparsa de 2009. Este año, sí que me atrae la música del pasodoble y especialmente el popurrí. Y, como siempre, se sale Pacoli en el punteao. Por último, la chirigota del Yuyu, de categoría. Grandes pasodobles y cuplés, aunque, como el año pasado, me decepciona un poco el popurrí. Sigo pensando que la mano que mete ahí Sánchez Reyes baja un poco el nivel del Yuyu.

En fin, y ya para terminar, como anécdota, tengo que decir que este año hago una chirigota en Socuéllamos. No es fácil hacer esto en La Mancha, os lo aseguro, pero he encontrado buena gente, y vamos al lío. Como no teníamos mucho tiempo para hacer repertorio propio, hemos cogido “prestadas” letras de carnaval de otros años. La verdad es que ilusiona eso de salir de trabajar e ir a los ensayos. Si no fuera porque en los ensayos, en vez de cruzcampo y unos cartuchos de pescao, comemos panceta, forrete, chorizo y “vinejo”, cualquiera diría que vamos to las noches al lao del Manteca.

sábado, 2 de enero de 2010

Lecturas 2009

Queridos amigos, os deseo a todos que este nuevo año sea mejor que el 2009. Yo siempre confío más en los números pares. Una vez cumplido el protocolo, hoy os voy a hablar de algunos de los libros que más me han gustado en el 2009. Creo que el año pasado comencé con la literatura gótica: dediqué las navidades pasadas a ‘El Monje’, y luego en verano leí ‘Manuscrito encontrado en Zaragoza’, del que ya hablé aquí. Fueron dos lecturas que me apasionaron, inmensas en todos los sentidos, y que me hicieron disfrutar de la grandeza de otros tiempos, en los que importaban las cosas importantes y la palabra sensualidad poseía otro poder.

He leído con mucho interés la novela Suave es la noche, de Scott Fitzgerald. Me fascinó el protagonista, Dick Diver, un hombre con un gran poder de atracción sobre los demás, de buena naturaleza, y en el que todos buscan, a través de sus penetrantes ojos, la propia redención. Su brillante aura se va apagando, ahogada en el alcohol, hasta quedar completamente diluida. Detrás del fracaso, sigue habiendo vida.

A mitad de año, me adentré en Kafka en la orilla, de Haruki Murakami. No conozco mucho la literatura japonesa, pero reconozco que este libro, con su brillante mezcla de triste realidad y magia sin sentido, consiguió conmoverme.

Aprendí mucho con Abriendo el compás, de Felipe Garrigues. Se trata de una introducción al arte del toreo muy útil para un profano como yo. Está escrito con buen humor y una prosa amena y rápida. Me gustó mucho aprender cosas como la querencia del toro, o el temple.

Otro libro que he leído ha sido Cartas a Olga, de Václav Havel. En este libro se recogen las cartas que el que más tarde fuera presidente de Checoslovaquia y la República Checa envió a su esposa durante los cuatro años que estuvo encarcelado. Es muy interesante la lectura tanto del drama humano de la prisión, como las reflexiones de Havel sobre el ser.

He releído una impresionante biografía de Oscar Wilde escrita por Ramón Gómez de la Serna. No sé qué me atraía más, si la vida tan genial de Wilde, o el estilo tan envolvente de De la Serna.

Hacía tiempo que no leía a Paul Auster, y hace pocos meses leí Brooklyn follies. Como es habitual, encontré al Auster de siempre, con su peculiar forma de atraparte con historias humanas. No obstante, no me emocionó. Sigo pensando que su mejor obra es El libro de las ilusiones.

He despedido el año leyendo Fama, de Daniel Kehlmann. Son una serie de relatos con patrones comunes, que en realidad forman una novelita. Me ha interesado mucho, pero reconozco que me ha parecido demasiado desasosegante para este momento.

Por no extenderme más, recuerdo haber releído la obra de teatro La Gaviota, de Chéjov; ‘El mundo moderno’, de Malcom Bradbury; o Luces de Bohemia, de Valle Inclán.

Sé que me olvido de algunos, pero ahora mismo soy incapaz de recordarlos. Espero que en este repaso a mis lecturas del 2009, podáis encontrar alguna que os interese. Si es así, que la disfrutéis. En el próximo post, hablaré de mis películas del año pasado.