jueves, 17 de diciembre de 2009

De vez en cuando...

Lo bueno que tiene andar chocando el coche con macetas, vivir a trece grados bajo cero, que la nieve enfríe las ideas, pasar el día grabando saludos navideños, estar preocupado por esto y aquello, comer deprisa unas chuletas deprimidas, que tu mesa de trabajo sea una maqueta a escala del mismo Caos, y estar envejeciendo mientras tanto... Lo bueno que tiene todo esto, es que, de vez en cuando, surge un rayo de sol. Surge de unos ojos grandes, del humo de un café recién hecho, del primer chorro caliente de la ducha, de una sonrisa inesperada. De algún lugar acaba surgiendo, y su calor es suficiente para que el motor que mueve todo esto siga funcionando.
PD: Soy hombre de palabra, y como tal, acabo haciendo lo que prometo. Sólo tengan un poco de paciencia conmigo.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Tal vez ya sea sólo coral...

Pongo algo de música para amenizar esta casa mientras tanto. Escucho esta canción del pobre viudo, y me gustaría bailarla con una mano metida en el bolsillo mientras la otra sujeta una copa de vino. Imagino un salón victoriano desvencijado y vacío, hojas otoñales por el suelo, el nudo de la corbata flojo. Frente a mí, Ella vestida de rojo pálido, con el rimmel corrido, bailando suave. Se acerca, se aleja, se vuelve a acercar. Y el mar oscuro, de fondo, a través de una inmensa cristalera.


Un pequeño avance

A medida que escribo el articulito que prometía, me doy cuenta en el jardín en el que he entrado. En realidad, no trata exactamente de los males de nuestro tiempo; eso es inabarcable. Los males de nuestro tiempo son tantos, tan dispersos y complejos, que escribir algo serio llevaría meses de trabajo.
Más bien se trata de una pequeña y superficial comparación entre la crisis humana que se vivió a finales del siglo XIX y principios del XX, y la que atravesamos ahora, también desde hace un par de décadas. Hay muchas similitudes: caos moral, tensión entre tradición e innovación, cambios en las relaciones personales de toda índole, confusión en el arte... De todos estos parecidos, hay un asunto que me llama poderosamente la atención: el individualismo como causa de esta crisis, que en la actualidad se ha acentuado hasta un límite preocupante.
Sobre este tema, más desarrollado, trata en realidad la próxima entrada.