miércoles, 30 de septiembre de 2009

Algunos apuntes sobre sexo

Hoy voy a hablar un poco de sexo. Se trata de un tema sobre el que he reflexionado con frecuencia. Y aclaro que reflexionar sobre sexo no es lo mismo que pensar en sexo. Realmente no se trata de una cuestión sencilla, así que, lejos de intentar ofrecer aquí una visión global, como el mismo título de la entrada indica, dejo sólo algunos apuntes.

-Pienso sinceramente que me he acostado con más mujeres de las necesarias. Eso no quiere decir que hayan sido muchas (las cifras son siempre relativas), sino simplemente más de las que, en un principio, hubiera deseado. Los motivos han sido diversos: surgen situaciones, compromisos, arrebatos de la naturaleza… No obstante, estas experiencias no han hecho sino confirmar lo que ya intuía: que detesto el sexo sin amor. Y por amor, tampoco me refiero aquí a la firme convicción de que se ama a la otra persona, con deseo incluido de pasar la eternidad juntos. Incluso me conformo con un amor ciego por una belleza, gracia o poder de atracción, que bien pueden necesitar pocos días para embriagarle a uno la cabeza. Algún tipo de amor, al fin y al cabo.

-Desarrollo un poco las últimas líneas del anterior párrafo: Sin miedo a derivar en una especie de esteta, reconozco que con los años experimento un creciente culto a la Belleza en todas sus vertientes. Por esa razón, aunque sea difícil de explicar, admito que justifico el sexo sin más amor que el que se profesa a la propia belleza. Según la RAE, belleza es “propiedad de las cosas que hace amarlas, infundiendo en nosotros deleite espiritual”. Por tanto, la simple belleza puede infundir por sí misma amor a su alrededor. En este caso, el sexo no es sino una aspiración a la posesión de la propia belleza.

-El sexo sin ningún tipo de amor me parece repugnante. Cada vez que he sucumbido a él, he desarrollado sentimientos de tristeza, vacío y desasosiego profundos. Una especie de confirmación de que uno no deja de ser un animal, con sus correspondientes instintos (a veces) incontrolables. La conocida banalización del sexo (cuyo fin verdadero no es otro que la reproducción para perpetuar la especie), nos ha metido en la cabeza que se trata de una especie de deporte, y que es muy divertido practicarlo con desconocidos. Creo que eso es una gran mentira. Sin embargo, a pesar de ser conscientes, experimentamos la debilidad y el deseo sexual gana muchas batallas a las convicciones.

-Cierto día, con un par de amigos y dos gintonic´s entre pecho y espalda, desarrollé una especie de teoría que luego apunté, con letra ilegible, al llegar a casa. Decía “El sexo es una experiencia casi sobrenatural. Ésa es la razón de que en ocasiones, inmediantamente después de concluir el acto sexual, se sientan unos deseos terribles de separarse de la otra persona, de despegarse. Es tan inmenso el placer compartido que se experimenta que causa auténtico pavor y se busca un regreso desesperado a la propia individualidad. Durante unos segundos, se llega a perder la propia identidad”. Sólo es un pensamiento anecdótico, pero me hace gracia.

-Como he dicho al principio, dejo aquí sólo algunas ideas sueltas. Espero escribir otro día algo más concreto y definitivo sobre el tema. ¡Anímense en los comentarios!

lunes, 21 de septiembre de 2009

Caro Diario...

Esta es una de las secuencias que más me gustan de todo el cine que he visto en mi vida. Es de la película ‘Caro Diario’ de Nanni Moretti. Dura cinco minutos, pero os aconsejo sinceramente que la veáis. Moretti, que se interpreta a sí mismo en esta película, decide visitar en su vespa el lugar donde murió Pasolini. He visto este vídeo infinidad de veces y me gustaría decir muchas cosas de él, pero dejo aquí sólo algunas que se me vienen a la cabeza ahora mismo:

-Me parece realmente maravilloso que continúe existiendo gente que interprete el cine como una obra de arte. A pocos directores se les hubiera ocurrido rodar esta escena así, con una cámara siguiendo la vespa de Moretti por las carreteras de Ostia durante cuatro minutos. Cualquier chalado de los de ahora hubiera necesitado veinticinco cámaras dando vueltas para esto, sin conseguir en absoluto el mismo emocionante efecto.

-La música de Keith Jarret es grandiosa. Es del concierto de Kolonia y, aunque parezca increíble, es una improvisación… inspiradísima.

-Siempre que veo esta secuencia pienso en el miedo absurdo que tiene mucha gente que conozco a hacer cosas solo. Quizás sea porque la soledad y yo somos buenos compañeros desde hace algún tiempo y nos llevamos bien, pero alucino con el temor que sienten muchas personas a hacer actividades sin compañía. El ruido, la tele, el Ipod… nos han hecho temer el silencio y, en consecuencia, la soledad. Y no todo el mundo se siente capaz de irse a tomar un café o una copa solo, comprar, dar un paseo… o coger una vespa e irse a ver el lugar donde murió Pasolini. Desconocen el inmenso placer que se siente haciendo cosas con uno mismo. Por eso, quizás, me encanta ver cómo Moretti bordea la playa, se cruza con gente y coches… El mundo sigue su curso normal y corriente mientras él lleva tranquilamente a cabo su solitario y poético plan.

-En la página de YouTube donde se aloja el vídeo, un italiano deja este comentario: “Mio padre mi portò a vedere Caro Diario nel '93, avevo 15 anni. A questa scena mi disse: "Lo sentí?...”. Y pienso que padres e hijos deberían ir juntos al cine más a menudo.

-En este mundo tan paradójico, damos importancia a cosas que no la tienen, y no valoramos lo que realmente importa. Lo segundo es más grave que lo primero. A veces olvidamos que somos los autores de nuestra propia vida. Y eso es lo verdaderamente interesante de todo esto.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Grandes Personajes Vol.3: El Stedicam

Echo de menos Andalucía. Ya sé que el sentido del humor no es patrimonio exclusivo de los andaluces, pero cuanto más tiempo paso lejos de allí más consciente soy de lo complicado que resulta encontrar la gracia en la propia autenticidad de una persona. Por eso cuelgo este vídeo aquí de “El stedicam”. Es un vídeo que muchos ya habréis visto porque se ha hecho muy famoso en Youtube, pero yo lo acabo de descubrir, y me he descojonado viendo a este hombre. Es Antonio Segura, y parece ser que se dedica profesionalmente al mundo audiovisual. En cualquier caso, verle y escucharle flipando con su “stedicam” nueva no tiene precio.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Il Paradiso Perduto

Il Paradiso Perduto. Ese es el secreto verdadero. El mundo infantil preadolescente es maravilloso, quizás porque se trata de la única etapa de la vida en la que realmente se descruben cosas, y existe la sensación permanente del inicio de algo importante. Si la felicidad existe, seguramente la hemos experimentado casi exclusivamente en esos instantes en los que la belleza lo rodea todo. Nuestros ojos mantienen la mezcla perfecta de inocencia en albores de picardía y ensoñación.

Un vestido muy verde, unos enormes ojos y un pelo muy rubio convierten la realidad en un paraíso del cual ignoramos su futura pérdida. El deseo es el motor; pero el deseo contradictorio de que llegue el día siguiente para sufrir de nuevo esa rara explosión de sensaciones desconocidas. Bajo mi vieja bicicleta y doy una vuelta al barrio, a ver si me la encuentro por casualidad. Y mientras pedaleo, la dulce melancolía del joven enamorado me va a trapando en cada esquina…

En el mundo adulto todo es vulgar, corriente, y los mejores momentos nunca alcanzan el mismo grado de intensidad. Por eso, cada vez que veo la película Grandes Esperanzas, recuerdo mi propio Paradiso Perduto: el enorme jardín abandonado en el que un día apareció una niña rubia, y decidí seguirla. Y me besó en una fuente mientras bebíamos agua clara.